Estimado lector(a)
En las siguientes líneas le contaré la historia de nuestra hacienda, La Mosela, que usted estará por descubrir.
Nuestro bisabuelo, Don Theodor Jordan Schuchardt , llegó de Alemania en 1892 y se estableció en el valle de Chanchamayo, en la quebrada del río Oxabamba, un lugar hermoso y apartado en donde descubrió una apasionante actividad, el cultivo del café.
Él mismo construyó su casa, toda con madera de cedro de la zona y le fue dando la forma que hoy en día conserva, más de 100 años después. Regresó a Alemania por unos meses, donde conoció a la que sería su esposa,
Doña Johanna Apel Gröeling. Aquí han vivido varias generaciones que han continuado trabajando la tierra. Su hijo mayor, nuestro abuelo, Don Karl-Heinz Jordan Apel, continuó su legado llevando a La Mosela a
ser la hacienda más productiva en los años 50’s, con sus 450 hectáreas produjo hasta 7000 quintales de café, así logró ser uno de los mayores exportadores de café de Chanchamayo de la época. Este contribuyó
a la expansión de La Mosela, tanto en extensión de terreno, como en tecnología para siempre mejorar el proceso de café y tener la mejor calidad para exportación, ganando varios premios internacionales a la excelente calidad. Con 33 años fallece en un accidente aéreo, y
nuestra abuela, doña Katharina Drescher Henneberg, con nuestro padre de 1 año y medio, con la ayuda de nuestro tío abuelo Fritz Jordan, se hacen cargo de La Mosela por 20 años, manteniendo la producción hasta llegada la reforma agraria.
En 1977, nuestro padre, Carlos Teodoro, con tan sólo 22 años, se hace cargo de nuestra querida tierra, con muchos problemas por resolver debido a la coyuntura política y económica del momento, logrando superar toda clase de contratiempos. Quince años de buenos tiempos, la llegada de mi madre, Ana María Gandolfo, la unión, el esfuerzo y el trabajo hicieron que La Mosela parecía que llegaría a ser lo que fue tres décadas atrás, sin embargo el terrorismo llegó y toda la familia tuvo que salir temporalmente por temas de seguridad a San Ramón. La Mosela estuvo durante cuatro años abandonada, con sus propietarios nostálgicos por la incertidumbre de no saber si regresaríamos a nuestro hogar. Hasta que el día llegó, mis hermanos, mis padres y yo, con 4 años de edad, entusiasmados trabajamos arduamente para recuperar todo el tiempo perdido. Logramos hacer nuevas plantaciones, aunque ahora a pequeña escala, con máquinas creadas con materiales reciclados, sin embargo, con mucho ingenio. Embellecimos nuestra casa y trajimos nuestros primeros turistas, como una nueva actividad.
Hoy nuestro padre ya no está con nosotros, y mi madre, mi hermano y yo, hemos decidido continuar con el legado de tres generaciones de trabajo y esfuerzo. Esperemos puedan disfrutar de nuestro hogar, con las actividades que tenemos para ofrecerle.
Michael G. Jordan
Herr Theodor Jordan und Frau Johanna Apel
Hacienda La Mosela-1950. Apogeo.
Die Jordan Familie
La Mosela- 1934. Foto familiar. Jordan Apel.
Matrimonio Jordan Apel. Witzenhausen, Deutschland, 1922.
La Mosela en 1940.